La mediación concursal está permitiendo que mucha gente pueda salir de una situación complicada económica y que le iba a afectar toda su vida.
No obstante, desde el punto de vista de mediador concursal vemos lo siguiente:

a.– Algunos profesionales se están aprovechando de esta situación y envian a los clientes a la mediación sin ningún tipo de asesoramiento, eso sí previo cobro de sus honorarios.

b.– Las entidades bancarias no acostumbran a negociar en estos casos, a pesar de que el proceso concursal les es mucho más perjudicial.

c.– La asistencia a las reuniones de mediación brilla en muchos casos por su ausencia.

d.– La voluntad de llegar a un acuerdo es más bien escasa.

Al presentar la demanda de concurso consecutivo, se coloca al mediador en una situación muy incomoda, porque tiene que pronunciarse con carácter previo a los textos definitivos, si piensa que el solicitante de la mediación puede o no optar al beneficio de justicia gratuita; decisión que debería efectuarse en un momento posterior del concurso.

Por tanto, la mediación concursal precisa de una nueva reforma en su regulación.

En Barcelona a 14 de Noviembre de 2017
Joan Sacristán Tarragó.